POR: Luis Jesús Solís Gómez
Ya
es hora de que nos digamos las verdades, porque en esto de la salud, hemos
dejado solo al gobierno, con un presidente “verraco”, que ha demostrado su
valor y su fuerza, aún teniendo en contra a todas las ramas del poder público,
excepto el ejecutivo. Ha dado la pelea y le ha dado a la oligarquía golpes tan
fuertes, como el allanamiento de AUDIFARMA, que pertenece a la NUEVA EPS, propiedad
de la familia Vargas Lleras, descendientes del expresidente liberal Carlos
Lleras Restrepo.
Tanta
gente pobre esperando que le den sus medicamentos, los que no son regalados,
porque todos estamos obligados a pagarla mensualmente y sin embargo, por culpa
de estos miserables, las medicinas son escondidas en depósitos, negando su
entrega a los pacientes, creando confusión y rabia en los usuarios. Ellos
pensaron que se iba a convertir en furia contra el gobierno, pero gracias a
Dios, nuestro pueblo está despertando, porque las manifestaciones populares ya no
son frente a la casa de Nariño, ni el Ministerio de Salud, sino en AUDIFARMA, donde
la gente grita consignas como: ¿Dónde está la plata de la salud? ¡¡Se la robaron!!, y contestan, ¿Y
quién se la robó?, los compadres de Uribe. ¿Y
quiénes son los compadres de Uribe? César Gaviria, Vargas Lleras
y los dueños de las EPS. Las consignas del pueblo ahora son más claras
y directas.
Con
ello es mas claro, que la lucha del pueblo colombiano no es contra los partidos
políticos, sino contra una clase dominante, tiránica y corrupta, los
predecesores de Santander, que se han mantenido en el poder por más de doscientos
años y ahora ven llegar el final de su maldita hegemonía.
Pero
les decía: Estoy enfermo y lo digo, a pesar de que estas cosas no se ventilan
en una revista, porque son íntimas, domésticas, solo le importa al portador de
los males, pero los lectores van a comprender, cual es la razón de mi queja,
que no es exclusiva, porque le pasa a millones de personas, solo que nunca se
habla de ello. Hoy apenas intentando salir de esta diarrea que me afectó por
tres días, hasta que finalmente me atreví a ir al hospital “San José”, porque hacia
allá me indicaron los señores de BIOS, IPS a la que me afilié después de que finalmente
el FOMAG (Fondo Nacional de Prestaciones del Magisterio), también por orden de
nuestro querido presidente, nos liberara de esa criminal EPS llamada COSMITET, a
la que estábamos afiliados por obligación los maestros y allí pasamos
dificultades por el pésimo servicio que prestaba.
Pero
bueno, aquí de lo que se trata es de mirar lo que realmente me ocurrió y nos
está pasando a todos los colombianos de a pie. Fuimos al hospital “San José”,
donde con mi esposa, me encontraba ya desesperado por la larga espera, más de
dos horas, hasta que mi compañera fue a preguntar al TRIAJE en qué turno estaba
y le contestaron, que no sabían, porque el hospital estaba colapsado en un doscientos
por ciento. Pero bueno, al fin en este hospital parecen tener más sentido
humanitario y me llamaron, luego de la espera, y después de contarles mis dolencias,
la doctora que me atendió me explicó, que en el hospital no podían atenderme
porque estaba saturado y que no había camas disponibles. Pero aquí viene lo
bueno, me enviaron a otro hospital, con la suerte de que me diagnosticaron y pude
conseguir una formula médica.
Ante
esta experiencia, reflexioné y me dije, no soy solamente yo el enfermo, es todo
un país el que se encuentra gravemente afectado, donde son muchas las enfermedades
acumuladas a través de años por culpa de un sistema de salud excluyente, abusivo
y desalmado, creado en el gobierno del expresidente César Gaviria Trujillo con
la famosa ley 100 de 1993 y que emula el sistema fracasado de salud chileno,
cuyo ponente fue el más célebre criminal de todo los tiempos en Colombia, el expresidiario
Álvaro Uribe Vélez.
Esta
crisis que han creado las EPS, quienes además de bloquear desde el congreso la
reforma a la salud, no dan con prontitud las citas al médico general y los especialistas,
niegan arbitrariamente procedimientos para los diagnósticos y finalmente,
dilatan la entrega de los medicamentos, fingiendo escases, teniendo llenas las
bodegas de ellos.
Por
fortuna tenemos un presidente inteligente, que cuando el enemigo cree que lo
derrotó, él tiene listo el allanamiento de AUDIFARMA para verificar a través de
la Supersalud, las quejas interpuestas por miles de pacientes, muchos de ellos con
su vida en peligro por no sumistrárseles los medicamentos a tiempo. ¿Cómo es posible que hayan encontrado
represados 113.000 unidades de insulina, por la que sufren miles de diabéticos
que no han recibido a tiempo su medicamento?
Con
ello se ha demostrado, que esta oligarquía criminal está dispuesta a todo, con
tal de no permitir cambios en el régimen de salud, porque sus privilegios
acumulados a través de dos siglos de mandato, abusos y corrupción, ha sido una
política rentable para sus bolsillos y por ello no quieren abandonarlos.
La
defensa de la salud propuesta por el gobierno es un objetivo imprescindible para
el pueblo y por ello, vamos a la calle y a decir: si a la consulta popular por
la reforma a la salud.