Por: Pedro Nel Galíndez Velasco

La Consulta Popular se puede constituir en el más
grande experimento social de la acción política colectiva del progresismo, del
Pacto Histórico y otros sectores mayoritarios, que en deriva sociopolítica y
cultural, pueden ser atraídos hacia un proyecto de formación de Estado Republicano
y Popular, al tamaño de la gesta de las poblaciones movilizadas.
Dejemos atrás el viejo cerco construido, cada grupo ha
de ser masivo así que, mirémonos desde las atalayas y compartamos nuestros
propios cambios con los demás. Algo de los viejos estilos de trabajo social, político
y organizativo han sido derruidos, pero no destruidos, por eso, hay conmoción
interior entre demócratas, revolucionarios y en las elusivas izquierdas.
No hemos estado atentos a las dinámicas del
pensar-hacer de los liderazgos políticos y menos, en sus persistentes
intenciones, intentos de poner a sus cuadros a comprender los encuentros de sus
haceres organizacionales con su activo diálogo social de poder real. No en la
masa sino en sus efectivas compañías construidas por eficaces acciones
cumplidas.
Petro da una lección histórica a los colombianos, unir
lo que pensamos con lo que hacemos y dar eficacia al lenguaje como dis-curso
que da cuenta de acuerdos tácitos. Los líderes nuestros no son líderes de
camino largo sino ocasional, de oportunidad y de cauce nuevo.
No somos de tradiciones humanas ligadas a proyectos de
base sino imaginadas y atadas a discursos de corto plazo, muy clientelista, finalista,
mesiánico y autofágicos. Sino conmigo contra mí.
Petro nos revolcó todo el imaginario de la acción pública,
como decisión política colectiva. Hay atractores de compromiso y empatía en individuos,
las organizaciones, con las ideas y propuestas, pero, somos pasivos, dispersos,
poco orgánicos. Necesitamos ser cada uno el proyecto de país con todos los colectivos
en acción política pública solidaria, cooperadora, activa en saberes y listos a
organizar soluciones, ¡ya!
Requerimos romper la columna vertebral de la
exclusividad de los emprendimientos formales de todo tipo. El cambio generacional llegó, atropellando y
dando luces y acciones que ya existían. Solo falta asumirlo con creatividad
masiva y audacia política en el cara a cara con las personas, en los sitios de
trabajo, entretenimiento, juegos y relacionamiento social.
Hagamos que las redes tecnológicas sean sociales,
inteligentes y organizadas, en pro de la participación e integración de segmentos
de la población cada vez más activas y decisorias en la transformación local, nacional,
regional e internacional. Seamos protagonistas de actos de poder local para reunir,
integrar y visibilizar diálogos, acuerdos y tomas de decisión con iniciativa para
alcanzar soluciones familiares, vecinales, veredales. Que todos experimenten y lleven charlas y
videos formativos.
El celular es una transpantalla para proyectar en
paredes, en TV de negocios, en salas, en toda reunión, los eventos del proceso
de auto liberación, de emancipación e independencia económica, productiva y de
creatividad.
La Consulta Popular no es, ni puede ser sectorial. Es una
movilización popular que puede dar cuenta y razón política del potencial del
ejercicio electoral inicial. En soberanía primaria masiva, el pueblo colombiano
mejorará las condiciones de vida de los trabajadores urbanos y rurales. Todos ganamos
en lo particular o personal, según sea nuestra gestión al acompañar la
participación social, política, cultural y ambiental, como un asunto directo,
decisorio, personal y colectivo.
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