Tertulia
Ciudadanías Libres,
Popayán, 11 de marzo del 2025
El
propósito de debatir en la tertulia de Ciudadanías Libres sobre este tema, fue el aclararnos como colectivo, que tan
importantes son los principios y que significan para la unidad de un movimiento
político o social. La definición nos llevó a entender, que se trata de
un conjunto de valores, creencias, normas, que orientan y regulan la vida
de todos y que se manifiesta en nuestra cultura, en nuestra forma de ser,
pensar y actuar, luego es fundamental para juntarnos. Sin principios no puede
haber empatía y menos unidad. Hemos reflexionado de manera libre sobre ello y
llegamos a las siguientes conclusiones:
No
puede haber coincidencia ideológica, si cada uno de sus integrantes hace lo que
le venga en gana, trasgrediendo valores éticos y morales y además, incoherente con ellos. Quienes
hacen parte integrante de una organización progresista revolucionaria, debe
compartir principios y valores, tales
como trasparencia, lealtad, compromiso, respeto por la dignidad humana y la vida,
solidario, afín con la conservación de la naturaleza y el medio ambiente,
como con la defensa de los mas vulnerables de la sociedad, incluidos los animales, eso
es lo que compartimos y nos mantiene
unidos.
La
anterior concepción, difiere sustancialmente de la filosofía neoliberal que
nos rige, en la que no hay principios éticos, ni morales, solo afán por el lucro
personal y el consumismo. El neoliberalismo es una aberración
sin límites, sin reglas, donde se admite cualquier cosa para conseguir el beneficio
personal, es la antítesis de lo comunitario y ha llegado a una degradación tal,
que produce horror y se encuentra en decadencia porque no es viable, ya que los
recursos de la tierra no son infinitos.
El
capitalismo con sus distintas manifestaciones, incluso en sectores que se dicen
democráticos y revolucionarios, no han escapado a la avaricia y por ahí a la
corrupción, ocasionando daños irreparables al movimiento social. También hay quienes han convertido la política en negocio personal y consiguen ventajas a corto plazo, pero desastres en el futuro para las organizaciones sociales progresistas y revolucionarias. Quienes nos oponemos a esas practicas y
estilos de trabajo, seguramente perdemos audiencia, pero sabemos que con el tiempo, se nos
concederá la razón.
Otra cosa son las relaciones que hay que establecer en una campaña electoral, la que muchas veces conlleva alianzas temporales con movimientos o personajes políticos indeseables o diferentes a nuestro pensamiento, pero necesarios para alcanzar los objetivos estratégicos, en esto no nos podemos confundir.
Frente al Movimiento Político Pacto Histórico, es indispensable poner de presente la ética y los principios frente a la unidad y la acción, sin ellos no es posible triunfar en las elecciones del 2026. La experiencia
del partido MORENA en Méjico es un referente político de unidad para el triunfo electoral.
Colombia, a diferencia de la anterior experiencia, cuenta con una izquierda y un progresismo débil y fragmentado por los egos y las
incoherencias políticas e ideológicas. Hay senadores y representantes del Pacto
Histórico que se oponen a decisiones como la reducción de los elevados salarios
de los parlamentarios, y en su práctica política regional están alejados de las
bases, deciden por si mismos su actuación, lo que en democracia debía pasar por una
estrecha y cercana relación con la militancia, ahí no se ve
coherencia y puede ser el preámbulo de una derrota si no se supera.
En
el Pacto Histórico como movimiento progresista de izquierda, debe haber con mas razón principios éticos y morales, para que
quienes lleguen a cargos públicos de elección popular, avalados por éste,
no terminen siendo atraídos por la corrupción y el narcotráfico o detractores del movimiento, un pésimo ejemplo para nuestras organizaciones y el pueblo.
En aquellos movimientos donde confluyen tantas ideas y creencias como el Pacto Histórico, también
están quienes creen en la espiritualidad, la que se expresa en la
reacción frente a la injusticia, al atropello, a las grandes desigualdades
sociales, son seres buenos y esa es la relación con Dios. Con su ayuda también
se despertaran conciencias y se construirá una nueva sociedad, luego tenemos que ser tolerantes y fraternales con ellos.
Cuando
La Tertulia de Ciudadanías Libres inició hace 6 años y se convirtió mas
adelante en un Nodo de la Colombia Humana, acogiendo el programa político del
presidente Gustavo Petro, porque hace parte del sueño de cambio social que
añoramos. El grupo ha logrado mantenerse en el tiempo gracias a los
principios y a la confianza generada durante una práctica social coherente. Ha
habido tolerancia, trasparencia, solidaridad y decencia en esta relación, pero
no todo ha sido completo, reconocemos que ha faltado mayor decisión para dar un salto en los
objetivos sociales, ahora se requiere mayor esfuerzo para cumplir con las metas que
como nodo se fijó. Hay una frase de José Martí que nos invita al
compromiso social, “el deber de un hombre es estar donde lo necesitan”, y en
nuestro caso, es al lado de las organizaciones y movimientos políticos y
sociales que luchan por una transformación a fondo de la sociedad. Esa
conciencia nos retroalimenta y nos permite compartir experiencias y conocimientos.
El grupo tiene sus fortalezas en la educación política, en la formación de conciencia social, labor para la que estamos preparándonos y dispuestos a dar lo mejor. Creemos
en el programa Colombia potencia de la vida, pero se
requiere que este sea consciente, requerimos racionalizar lo
afectivo para tener convicciones firmes con el programa, la práctica no es la misma si no se
racionaliza y en ello tenemos que avanzar. La tarea ahora es hacer público lo que debatimos, salir y trascender del
conversatorio a la acción social y para ello los medios de comunicación nos
viene bien, tenemos que emplearlos y profundizar en la pedagogía de la
educación política. Las redes sociales son una herramienta accesible y
potente para comunicarnos, y ya hemos dado pasos en ese sentido, solo falta
concretar acciones y persistir.